viernes, 2 de enero de 2015

En el principio estaba la palabra...

Los principios nunca fueron fáciles. Creo que porque el miedo de abordar un principio es casi comparable al que nos asalta ante un final, sobre todo cuando éste debe de acompañarse de otro principio, cerrando el círculo vicioso en el que tiene la mala costumbre de convertirse nuestras vidas.

Así que recordando ese extraño escritor que era San Juan Evangelista, me he dado cuenta de que lo único que me puede dar cierta tranquilidad en este principio es la palabra, y será lo mejor entregarme a ellas y esperar que sean clementes

Lo primero era decidir el nombre del blog. Y aunque no siempre charlaremos de Medicina, no dejo de ser médico ni un segundo de mi vida, soy de esos idiotas que recoge a sus hijos y les dice que tiene el mejor trabajo del mundo. Y no me imagino mejor profesión para ellos. Aquí empiezan a aparecer mis primeras ideas contra corriente, que me temo irán resaltando como sangre en la nieve y haciendo chasquear la lengua a los aventurados que decidan acompañarme en mi particular boutade.

Y soy médico de cabecera. Sí, soy especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, aprobé el famoso examen MIR y pasé dos tercios de mi formación en un ambiente que no se parece en nada a la  Medicina que ahora amo: cercana, tierna y capaz de dar un paso a un lado para que la vida siga y no me convierta en un acompañante molesto, cuando no en un ególatra capaz de absorber el tiempo y las esperanzas de nuestros pacientes.
Como digo, soy médico de familia pero hace ya tanto que no me preocupan que me llamen MAP o medico general o escribiente de los especialistas. Me importa un carajo (lo siento, también nos acompañará algún que otro exabrupto). Porque pienso en qué hay en la cabecera de nuestras camas, una luz tenue, la foto de esas personas que nos hacen ser lo que somos, ese par de libros que queremos siempre cerca, que hemos releído y desgastado, los pañuelos de papel, tal vez el salbutamol que  nos rescatará de esa atmósfera cero irrespirable, o la nitro sublingual, tan pequeña y tan poderosa. Pienso en todas esos pequeños mundos que nos reciben en pijama, con los indefensos pies descalzos, y entonces me doy cuenta de que es mágico que alguien piense de mi que puedo ser una pequeña parte de ese microcosmos. Así que esa es la Medicina que quiero hacer, mi Medicina, la Medicina en la cabecera.

En fin, que aquí estoy, estamos, espero. Supongo que alguna vez hablaremos de Medicina con mayúsculas, como hace el gran Vicente Baos. Otras veces de la peculiar revolución que busco para la Atención Primaria, de gestiones y re-gestiones, como los maestros Miguel Ángel Máñez o Sergio Minué. Alguna vez de medicina con minúsculas, con minúsculas muy pequeñitas, de las que nos hacen rabiar a los présbicos, la del pueblito, el último reducto de la Medicina romántica, aunque se enfade mi admiradísimo Enrique Gavilán. Como dije en Twitter, aún hay suficientes románticos estudiando Medicina como para que no peligre nuestro reemplazo. Y, por supuesto, habrá entradas sentimentales, raciales o escupidas desde las entrañas, como las de mis amigas Beatriz y Marian.

Por ultimo, además de médico de cabecera siempre me he sentido escritor.  Tengo ideas, y necesidad de plasmarlas, ansia irrefrenable de que alguien las lea y se emocione con ellas, aunque sólo sea un momento. Así que alguna vez tocará soportar una fantasía literaria, tal vez un pequeño relato, una historia o una parte de ella. Quedará lejos de la belleza y el escalofrío mañanero que provoca mi amigo Rober Sánchez, pero la sanación no da para tantos genios.

Y desde esta primera entrada me declaro ferviente admirador de los nombrados, y tan sólo una pequeña bacteria en el lomo de una pulga en el ala del saltamontes al que se refería el viejo maestro del Kung-Fú.

Divagaciones o declaración de intenciones. Gracias a todos por vuestra atención. Os veo muy pronto.

16 comentarios:

miguel dijo...

Si esta es la introducción, como será el primer capítulo.
Gracias Raul! Ahora a seguir adelante. Un abrazo

MAXI dijo...

Y la palabra se hizo Raul,
y acampó entre nosotros...

Gracias por este excelente entrante que más parece un elaborado pintxo (como decimos por aquí) de esos que gusta degustar y pararse a detectar los diferentes sabores.
Te leeré con interés porque, si en lo breve (twitter) ya eres sugerente, ahora te auguro inspirador.

Buena suerte y... que disfrutemos "vidas de hedonismo ponderado"

Avillegasrey dijo...

¿Acaso no ardía vuestro corazón?
Se me sala la mirada y se me esponja el corazón.
Bienvenido y Gracias, Maestro

Unknown dijo...

No se podria escribir mejor una presentación. Un blog de cabecera

Colotordoc dijo...

Y ahora a seguir adelante. Buen inicio en esta andadura. Feliz año.

Saludos

M. Alvarez dijo...

No he podido leerlo hasta hoy, pero lo seguire haciendo. Sorprendeme!!!
Un abrazo

Unknown dijo...

Impresionante Raúl. Enhorabuena por este blog. Ya estoy esperando la siguiente entrada.
Se nota que eras de los listos de la clase :-)
Un abrazo

Rodrigo Gutiérrez Fernández dijo...

Una gran entrada que es también una magnifica declaración de intenciones, Raúl. Gracias por este nuevo espacio para compartir.
Me ha encantado la cita a San Juan (el mas literario de los evangelistas) y sobre todo esa hermosa descripción de la Medicina que amas: "cercana, tierna y capaz de dar un paso a un lado para que la vida siga y no me convierta en un acompañante molesto..."
Toda la suerte del mundo, amigo. Abrazos. Te sigo...

Cristina Conde dijo...

¡Menuda presentación! Será un placer leerte y aprender de ti. Nos leemos :)

Anónimo dijo...

Va a ser un gusto leer sobre todo lo que propones, que para los que sentimos la votación se resume en la palabra MEDICINA.
Decía el maestro, Gregorio Marañón que "La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual". Y empiezas con buen pie, repartiendo entusiasmo...
Gracias por invitarme a leerte, te seguiré con mucho gusto e interés.
María José Mas

Jorge Soler dijo...

Hola, un post magnífico! Seguiré con mucha ilusión tus regalos literarios.
Feliz 2015!

txemacoll dijo...

Ahora solo te queda seguit, que no es poco. Felicidades por el
Blog. Un abrazo

mr1jvilla dijo...

Asomarse a tu blog es para mí asomarme a una frontera cercana, a la vez profunda, que traspasé hace tiempo y que añoro. Esa palabra, esa mirada, esa piel con piel que de manera instintiva tan bien sabes manejar estoy seguro que si te propones "pintarla" blanco sobre negro, en este caso en un blog será un auténtico oasis, paraíso terrenal, en medio de este desierto emocional e intelectual en el que a veces se convierte la medicina (y en algunos casos la vida...). Me alegro de leerte amigo... Ahora suerte y que ese bien tan preciado que es el tiempo te acompañe. La materia prima del ingenio no te falta..

Unknown dijo...

Enhorabuena Raúl!!!! Me encanta como escribes!!!! Yo al igual que tú, amo esa Medicina de cabecera y adoro lo que hago; Mucha suerte y besos

Miriam dijo...

Menudo comienzo tan estupendo :)

Un abrazo!

Unknown dijo...

Me has contactado a través de Twitter para presentarme la tercera entrega de tu blog y me he visto atrapada en tus palabras. Imagino en ellas a mis propias historias. Las hermanas me recuerdan a mis propias tías abuelas -españolas ellas- que hubieran reaccionado de la misma manera. Pienso en las tantas veces en que prescribí aquellos medicamentos, trabajando influenciada por la propia Monsanto, que tenía la fábrica en el pueblo de Iowa en donde yo era médica de cabecera y le decía a sus empleados que le pidieran Celebrex como receta a sus médicos. Reflexiono cuando leo la discrepancia entre formación y práctica que nombras y me siento satisfecha al saber que entreno a mis residentes como agentes de cambios en clínicas que si serán parecidas a la forma en que trabajaran el día de mañana- o ya de primeras sabrán el arte de poder cambiarlas para adaptarlas a las necesidades de sus comunidades.
Gracias por ponerle en mi idioma natal una fuerza importante a la medicina familiar en la que creo y por la que tengo pasión.
Con respeto y admiración, @vivimbmd